Max Verstappen lo llamó “una tormenta en un vaso de agua”, y parece que tenía razón.
Red Bull ha sido absuelto de cualquier irregularidad luego de que la FIA llevara a cabo una investigación exhaustiva sobre las sospechas de que el equipo utilizaba ilegalmente un dispositivo para modificar la altura de sus autos entre la clasificación y el Gran Premio.
Red Bull se encontró en los titulares antes del Gran Premio de Estados Unidos después de revelar un mecanismo que modifica la altura del frente de sus RB20.
El sistema, conocido también como “T-tray” o “bandeja T”, está ubicado en el frente y centro del suelo del auto. Los equipos prefieren una altura de rodaje más baja para la clasificación y algo más alta para un Gran Premio.
Según las reglas de parque cerrado (parc fermé), está prohibido cambiar la altura del auto entre una sesión de clasificación y una carrera.
El dispositivo fue descubierto tras la carrera de Singapur, probablemente a través de documentos de componentes de código abierto que los equipos proporcionan a la FIA sobre el diseño de sus autos.
Esto alertó a los competidores de Red Bull, quienes iniciaron conversaciones con la FIA, lo que llevó a la entidad reguladora del automovilismo a implementar “ajustes procedimentales para asegurar que la altura del frente no pueda ser modificada fácilmente.” En casos raros, puede utilizarse un sello para asegurar aún más el cumplimiento.
Esto se implementó de inmediato para la carrera en Austin.
Desde entonces, y tras la conclusión de la triple jornada que incluyó México y Brasil, funcionarios de la FIA visitaron la sede del equipo en Milton Keynes e inspeccionaron minuciosamente los autos.
Según un comunicado de la FIA, “La FIA revisa e inspecciona regularmente el cumplimiento de los equipos de F1 con los reglamentos técnicos, deportivos y financieros, lo que puede incluir inspecciones aleatorias en el circuito o en las fábricas de los equipos.”
“De igual manera, es responsabilidad de los equipos de F1 informar a la FIA sobre cualquier preocupación sobre el cumplimiento de los reglamentos por parte de sus competidores, y este fenómeno se ve claramente exacerbado en campeonatos donde la competencia por el premio máximo es más reñida, como fue el caso en 2024.”
“La FIA toma cualquier anomalía de este tipo muy en serio y las investigará además de los controles normales que realiza durante los fines de semana de carrera y más allá.”
Como parte de esta investigación, representantes técnicos de la FIA acudieron a la sede de Red Bull Racing para investigar las recientes quejas sobre el diseño y uso de su piso delantero.
“Esta investigación concluyó que no se ha producido ninguna infracción, y por lo tanto confirmó la posición adoptada por la FIA durante el Gran Premio de Estados Unidos en Austin.”
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